Hoy es 12 de diciembre, y como suele tocar en estas fechas me ha tocado ir a una de las comidas de empresa.
La verdad, es que más que comida, es " la boda" de empresa, aunque nunca sabes quien realmente es el novio y quien la novia, la suegra a veces va vestida de traje, y siempre están los miles de primos a los que nos ves desde hace meses pero que por unas horas eres capaz de tratarlos como si hubieseis comido todos los días juntos.
La comida nunca suele importar, lo que importa realmente es la puesta en escena. Si había o no había copas, si fulanito se fue antes o no fue, etc....
La verdad es que la comida de este año me ha parecido curiosa sobretodo porque en momentos de crisis como estos, con un futuro algo incierto, la comida se ha convertido en una tertulia de mesa camilla, algo así como un "Sorpresa, Sorpresa", donde se iban reencontrando las familias separadas. Los de Toledo, los de Madrid, los del caballero, los que se van no se donde, los que se quedan, los que se irán, a los que mandarán a casa...
La verdad es que nunca te lo pasas mal, te lo pasas, al final sacas como resumen 3 o 4 cotilleos jugosos ( nunca más) y si te ha ido bien unas risas. Te has reencontrado que algún compañero que durante algún tiempo se convirtió en parte de tu vida más cercana y al que echas de menos los momentos de risas.
Bueno, solo me queda terminar con un Feliz Navidad, y con un hasta el próximo viernes que tengo otra.
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